He oído en la radio que alguien se está planteando que la gente pueda vender su propia sangre. Al margen de algún comentario deleznable como el de que así los parados podrán sacarse unos euros con facilidad, digo que aparte de eso, me parece una buena idea.
Hace años esa era una práctica habitual a la que recurrían los estudiantes con la frecuencia que les permitía su ficha.
Reconozco el valor de la solidaridad, pachasco, además creo que es formativo animar a los jovenes a regalar lo que puede ser tan necesario para otros y tan fácil de reponer para aquellos que gozan de buena salud. Dicho esto es bueno saber cual es la realidad, España compra fuera la sangre que no consigue de las donaciones y la compra en paises donde sí está permitido venderla.
Mi conclusión, si tenemos que comprar sangre comprémosla en el mercado nacional.
La buena noticia, que cada uno puede pensar lo que le de la gana y el pensamiento único es abominable, de hecho este elucubración mía tiene bastantes detractores
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