En el hotel Conde Duque de Madrid, han decidido montar una olvidoteca. Parece que los usuarios del hotel se dejan olvidados en las habitaciones los objetos más variados y, entre otros, con frecuencia libros. A la responsable le parece una atrocidad tirarlos a la basura y se dedicaba a repartirlos entre los trabajadores. Después decidió poner unas estanterías a la entrada del hotel donde se depositan sin orden ni concierto, no hay servicio de prestamos ni se lleva ningún registro, simplemente si aparece un libro perdido se pone allí y si algún viajero quiere uno lo coge, lo lee, lo devuelve o se lo lleva.
Hay de todos los estilos y en distintos idiomas y ya son cerca de quinientos.
Fenomenal noticia a imitar.
a mi me pasaría en cualquier sitio
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